El sueño de las carpas
En aquel parque, que me hace recordar una foto en que mis padres me sujetan cerca de un lago, los dos se sentaron para contemplar el paisaje. Era un parque antiguo, bien cuidado, ubicado en el centro de la ciudad, pero que a la vez parecía lejano de cualquier resabio del hombre. Un puente de piedras sobre el manantial, algunos bonsayes y un par de crisantemos eran los únicos adornos.